cogiéndole manía a mi compañera de piso

He tenido que huir, he tenido que salir pitando... mierda, ¿no dicen que el hogar es dulce guarida del guerrero? Pues nada, que si la obra (hay algún habitante del planeta que no sufra una obra en estos meses estivales?), que si el calor y, lo peor de todo: la compañía. Yo me desespero. Cada vez es más incompatible esa relación que intentamos forzar ella y yo. Que no, que no me interesa tu vida en lo más mínimo, que no me hables cuando intento concentrarme en la lectura, que me dejes en paz... jo.

Bueno, después de descargarme de esta vil manera, voy a recomendaros eso de ir sin bragas. Yo lo hago muy a menudo, es maravilloso. Sujetador, eso ni sé lo que es, la verdad es que no me hace falta porque tengo las tetas pequeñísimas, pero, supongo que si las tuviera gordas, tampoco lo haría. Lo de las bragas es... cómo lo diría: emocionante, mágico, liberador.

Ay, hay tantas ataduras en la vida...

Mi padre se ha vuelto loco. No para de hacer figuritas de papel maché... tarda dííías en hacerlas, pero ¿y lo entretenido que está él, ahí, con su brochita y sus zurullitos de papel higiénico? Menos mal que lo veo poco.

Supongo que lo de mi padre es un gran filón, así que editaré un tema sólo para él.